Lleida, Ciudad Real y Castellón ya tienen SU aeropuerto. Albacete, Calatayud, Segovia o Antequera disponen de SU estación de AVE. Madrid y Barcelona están rodeados de autopistas.
El gasto hecho por España en los últimos años en nuevas infraestructuras no tiene precedentes. El resultado está a la vista: hoy está a la cabeza en Europa en kilómetros de autovía y tras las últimas inauguraciones de alta velocidad nos hemos colocado primer puesto a nivel mundial, y el numero de aeropuertos en construcción o en proyecto se incrementa alarmantemente llegando casi a las 60 instalaciones para el año 2020.
Por eso, planteo dos preguntas: La primera es, a la vista de la crisis, España se podía permitir ese honor. La segunda es si lo hecho estaba bien planteado.
¿Hasta cuando durará la locura de nuestro políticos por poner una aeropuerto en cada ciudad? La resaca de los últimos años en que todos éramos ricos sigue dejando instalaciones en una situación de letargo semi-permanente.
Desde el ministerio de Fomento se destaca la necesidad de que existan en España aeropuertos de bajo coste al igual que hay aerolíneas de "low cost" para buscar la rentabilidad de esas instalaciones que actualmente no la tienen para que de esta manera se consiga una rebaja en las tasas aeroportuarias.
La competitividad de los aeropuertos es determinante sobre todo para un sector tan importante para la economía española como es el turismo, dado que tres de cada cuatro turistas llegan al país por avión.
Con medidas como esta se pretende rebajar el coste de las tasas a las compañías aéreas, pasando de 740 millones de euros a 400 millones, es decir una rebaja de prácticamente un 50 %.
El aeropuerto de Ciudad Real es una ruina sin apenas pasajeros. En Murcia, una comunidad prácticamente en bancarrota, se construye con un aval de 200 millones de euros del gobierno regional, un nuevo aeropuerto internacional privado con lo que en un radio de 80 kilómetros habrá tres aeropuertos, uno el internacional de Alicante y el de Castellón. El de Huesca lleva sin vuelos regulares desde el año pasado por no hablar de Lleida, que no encuentra líneas aéreas que quieran volar allí. Alrededor de Vitoria existen 5 aeropuertos a menos de 100 km: Burgos, Logroño, Pamplona, San Sebastián, Bilbao y Santander aparte del propio de Vitoria.
El desarrollo del turismo requiere de buenas infraestructuras, si. Eso nadie lo pone en duda. Pero Madrid-Sur no es Madrid, es Ciudad Real, y esto no es desarrollo ni fomento. Y a la larga, trae consecuencias.
Ya cambiando de transporte, en el año 1999 el gobierno de José María Aznar presento el Plan de Infraestructuras 2000-2007 donde se planificaba la construcción de 7200 km de alta velocidad con el objetivo de unir todas las capitales de provincia y las grandes ciudades con Madrid. A partir del 2004 el nuevo gobierno continuó esa tendencia y dinámica. España es el segundo país del mundo en longitud de lineas de alta velocidad solo superada por China, con la sustancial diferencia de la población y el tamaño de ambos estados.
Se están construyendo lineas tan importantes y necesarias como son Zaragoza-Teruel, Cáceres-Badajoz o Alcázar de San Juan-Jaén...y claramente de urgente necesidad. Lineas tan urgentes como estas, una vez construidas y puestas en funcionamiento comienzan a cerrar. Hablamos de la linea directa Toledo-Cuenca-Albacete que cerró a principios de Julio debido a unas perdidas diarias de 18000 euros y tras suponer un coste de 3500 millones.
En realidad todas las lineas de alta velocidad construidas en España son deficitarias y ese es el principal motivo por el cual otras grandes potencias mundiales no tengan previsto planes de desarrollo para este tipo de infraestructuras y otras prefieran centrarse en el mantenimiento y desarrollo de las lineas ya terminadas y puestas en funcionamiento.
Por todo esto, ¿tiene algún sentido?, ¿son racionales las inversiones que se realizan para conectar las ciudades de Madrid y Barcelona?, ¿son necesarias estas inversiones?, ¿en que clase de carrera estamos participando?.
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